Los comando de Boric y Kast cerraron sus campañas con la noticia de la muerte de un auténtico símbolo de la dictadura: Lucía Hiriat de Pinochet. Representantes de ambas fuerzas políticas contaron cómo vivieron este momento recordando los peores momentos de Chile, y diciendo que ya es hora de dejar atrás el pasado.

Por Bryan Saavedra
Fotos: Felipe Núñez 

En las calles de Calama, los bocinazos no eran de celebración. O sea, sí. Los comandos de las candidaturas presidenciales de Boric y Kast salieron a tratar de conquistar los esquivos votos de una región tan impredecible que terminó dando su mayor respaldo a Franco Parisi, el candidato holograma.

Los de Boric fueron muchos más. 80 autos metiendo bulla. ¡Pip piiiiip! La gente mirando, el conductor apoyando a su candidato mientras se queja del sudor que le corre por la calor en Calama. Terminaron en la ex finca San Juan, hacia el nororiente, un pedazo de tierra que es casi una isla, una cicatriz urbana en la ciudad.

Al otro lado, los Kast salieron con la mitad de vehículos, unos 40. Banderitas blancas de apoyo a su líder, haciendo el mismo ruido que sus contrincantes del árbol.

Lo del jueves fue como cualquier cierre de campaña, solo que este vuelve a rememorar la de 1970, una extraña dicotomía de fascismo versus comunismo que hace ver a Chile como un país donde la Guerra Fría de repente volvió a instalarse en las mentes de esas mismas personas cuyas gotas de sudor pegadas a la polera son la marca del sacrificio para que gane su candidato y no el otro, que tanto terror le puede dar al país.

Y en esa misma jornada de bocinazos setenteros, muere Lucía Hiriart. Alguien escuchó en las noticias la poca información que se tenía y con la velocidad de internet, todos se enteraron. Algo para lo que nadie estaba preparado porque, precisamente, nadie estaba pensando en la vieja. Todo el mundo estaba demasiado ocupado para ocuparse de un fantasma.

“Es una coincidencia”, dijo el senador Esteban Velásquez, comentando la desaparición física de un emblema de la dictadura: “Yo creo que la imagen de ella nos recuerda eso: los peores momentos de la dictadura. Y bueno, está descansando y en lo personal no tengo mucho más que decir. Yo creo que quien tendrá que manifestarse más al respecto será el candidato Kast”.

La caravana de Boric convocó a 80 autos en Calama. El cierre de campaña fue en la ex finca San Juan con la presencia del senador Esteban Velásquez.

El señor Kast, a esa hora, en Santiago, se asesoraba de un equipo comunicacional potente para responder frases con ingeniosos eufemismos que no lo dejaran mal con Dios ni con el Diablo. Y el señor Boric, un poco más jugado, pero igual de tibio. Curioso eso: después que se instaló la idea de una competencia tipo “yo o el caos”, los dos candidatos parecen ser del centrismo absoluto.

ADIÓS

“Ya el proceso de la dictadura yo creo que se cerró; si bien es cierto que hay procesos judiciales que siguen abiertos y que la justicia está desarrollando su trabajo, ya que hay que prestar de todos los organismos la colaboración. La muerte de la señora Lucía Hiriart de Pinochet yo creo que se da la coincidencia más que nada, pero viene a cerrar un proceso que nosotros lo hemos cerrado hace mucho tiempo”, decía Claudio Maldonado, presidente de Renovación Nacional en El Loa, y concejal de Calama.

Maldonado dice que hay que construir, no repetir los errores del pasado. Pero vuelve a emplazar a la izquierda: “Que sea solamente su punto central la dictadura yo creo que solamente los va dejando en el pasado y que la gente que vivió parte del proceso, y los jóvenes hoy que lo están conociendo, yo creo que todos queremos avanzar en construir país, en construir de aquí en adelante. Los errores del pasado ya fueron. Tenemos que avanzar, de una vez por todas, para que esto no vuelva a ocurrir en Chile. Y las cosas que han pasado en el último tempo en Chile nos dejan uno de esos alientos del pasado que no queremos repetir”.

Para el senador Velásquez, Boric está listo: “Me parece que la región se va pronunciar contundentemente el día domingo. He recorrido gran parte de las comunas en torno a la segunda vuelta respaldando a Boric y uno observa ese compromiso”.

La caravana de Kast terminó en el local ubicado frente a la comisaria de Granaderos. Allí dio una entrevista el concejal de RN, Claudio Maldonado.

Para el concejal Maldonado, Kast está listo: “Nos sorprende siempre, desde que vino José Antonio Kast, la adhesión espontánea que tiene el candidato acá en Calama”.

Cuando anocheció y cada cual se fue a su casa a hablar de lo genial que es su candidato, que el futuro viene con nosotros y esto y lo otro, en Santiago aún no terminaba de enfriarse el cuerpo del último ícono de una dictadura que logró que esa misma tarde siguieran hablando de ella, muy al norte, casi medio siglo después.

 

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