La espiritualidad ovni viene a competir con el yoga en Antofagasta Bush in Action septiembre 21, 2017 Reportajes 5550 Misteriosos círculos dibujados alrededor de Antofagasta por la agrupación ufológica Cecorraex aún no revelan los secretos que esconden en sus determinadas medidas y minerales. ¿Podrían conectar a la humanidad con los extraterrestres y una “ingeniería genética” para evolucionar? Obviamente no sabemos. De eso hablan ufólogos, astrónomos y un ex soldado abducido. Por Ángel Guzmán La clásica foto un joven uniformado con un fusil de muchas casas de Chile es distinta en la de Orlando Serrano Valdés (53). Su recuerdo del Servicio Militar es la imagen de un platillo volador sobre un regimiento abandonado en el altiplano ariqueño. Cuadro que cuenta cómo a sus 19 años en 1983, alejado de su círculo cercano, tomó contacto con extraterrestres reveladores de un sentido espiritual que le dejó cicatrices en su alma y cuerpo, la cuales callaron su historia por más de 30 años. “Sé que hay personas incrédulas que me tratarán de mentiroso o falsos testimonios o de haber visto alucinaciones visuales etcétera, pero los entiendo y no los culpo por su incredulidad. Una cosa es cierta, ellos no estuvieron presente y no experimentaron lo que uno vivió”, escribió Serrano en su libro Los Ovnis de Alto Pacollo, localidad ubicada a 4.360 metros sobre el nivel del mar, donde se emplaza el regimiento Huamachuco, en pleno camino internacional hacia Bolivia. CÍRCULOS EN EL DESIERTO. Hechos de pierdas y colores, los símbolos son una especie de «traspasadores» con los señores extraterrestres. Allí fue que el actual funcionario de la biblioteca del Internado Nacional Barros Arana, una noche de julio de 1983 observó luces rojas, amarillas y violetas desde su ventana. Luego sintió que levitaba por sobre las literas de sus compañeros. Y así subió hasta unos 150 metros dentro de un “campo de fuerza” que le brindaba paz y muteaba sus gritos de auxilio, de acuerdo a su relato. Según Serrano el domo lo guió hacia una luz tenue que atravesó y se encontró con “figuras que se revelaban. Sus facciones, su cerebro un poco más grande, el cual tiene algo traslucido que lo rodea como un accesorio muy delgado en la parte frontal, hay cuatro bultos no tan grandes como un poroto terrestre y uno a cada lado de la sien”, quienes –además- poseen características similares a humanos orientales y usan un traje orgánico protector que “emite una luz como fluorescente. Se ven grises”. ¿La razón de esta inesperada invitación? Serrano reveló que en la nave una voz de estos individuos le explicó que fue elegido para extraerle semen tras una serie de exámenes con un identificador orgánico en su nariz y muestras de piel que tomaron de su pierna izquierda un mes antes de este acontecimiento. ¿Por qué su semen? Porque –según estos seres- estaba apto para “hacer perdurar a nuestra civilización”. Desde el aire, observando el poblado de Putre, le contaron que venían de adentro de la Tierra y, pasando un portal ubicado en la antenosfera, llegó a un lugar con suelo dorado y vehículos flotantes. Allí le revelaron que ellos crearon la civilización humana mediante la expansión de esporas que reprodujeron las condiciones de vida en el planeta que, anteriormente, poseía cualidades gaseosas y sulfurosas, y era carente de oxígeno. “He aquí nuestra ciudadela y he aquí el comienzo de toda variedad existente en el tiempo, los de arriba son una afluente de nuestro origen evolutivo. Somos los responsables del inicio de este planeta y la evolución de toda especie humana mediante intervención de la ingeniería genética”, contó el abducido Serrano que le anunciaron los repentinos anfitriones. LOS DIOSES EXTRATERRESTRES. Un arquetipo solar, Woodok y Ashtar Sheran, enviados del cosmos. Entre reverencias lo despidieron y regresó al regimiento, donde días posteriores cerca de un riachuelo que pasa por la quebrada, reflexionó en torno a su vida en general, que adquirió un sentido espiritual desde la abducción. Sensación que lo ha acompañado hasta estos días. CÍRCULOS CERCANOS Aquel sentido de cierta fe, culto, admiración, ganas de ser instruido y recibir señales de los extraterrestres comparten en la agrupación ufológica de Antofagasta, Cecorraex, quienes dibujaron seis círculos alrededor de la ciudad: en Roca Roja, camino a Mejillones (4) y cerca de playa Escondida, los cuales llaman “traspasadores” y también tienen otro en el cerro Amarillo de María Elena. María del Pilar García (65) y Artemio Cruces (65), terapeuta en biomagnetismo médico e iriólogo homeópata respectivamente, dirigen la asociación y conocen la historia de Serrano y de otro soldado del mismo regimiento y la misma época, Víctor Espinoza, que registró su testimonio en el libro Mientras Vuela el Condor: El gran secreto del Alitplano. “Ambos (Serrano y Espinoza) fueron abducidos y coinciden, a pesar de que eran de compañías diferentes y tenían kilómetros de distancia”, cuenta García en un espacio de su departamento de la costanera antofagastina adornado con un múltiples libros sobre ufología y un gran dibujo en el se ve a un Arquetipo Solar, Woodok y Asthar Sheran, guías extraterrestres que interactuaron con Eugenio Siragusa, un italiano contactado “de los grandes” que “dejó mucho material y un tremendo legado”. García relata que las experiencias de Serrano y Espinoza los tienen intrigados, ya que “Victor dice haber visto seres rubios altísimos y Orlando dice haber visto grises. Todo en la misma noche. Estamos viendo que hubo distintos tipos de seres. Las mujeres (de aspecto nórdico con quienes se encontró Espinoza) que venían con la misión específica de sacar el semen de los soldados y los otros grises, los chicos”. Según la ufóloga los seres de cualidades nórdicas no son agresivos ni, generalmente, hacen abducciones, sólo inspiran paz y dan sabiduría, a diferencia de los grises que tienen otras finalidades. En relación a si estos extraterrestes observados o sus directivos pueden ser considerados divinidades, García plantea que “tenemos una confusión con el asunto dios y creación. No es un dios el que nos creó. Son seres extrarrestres que hicieron de la Tierra un laboratorio genético. Trajeron genética de su planeta, lo insertaron aquí con otros seres que había y fueron mejorando la raza humana”. EN LAS ROCAS. Los visitantes suelen venir a vigilar que todas las piedras estén en orden. Para García es apasionante dedicarse al ejercicio de la ufología; es una forma de “abrirse y no estar en la ignorancia. Hay seres preocupados por nosotros, que si los llamamos van a acudir. Han dicho que el ser humano pida ayuda, ellos pueden llegar e interferir en la evolución”. ¿En sus círculos dibujados alrededor de Antofagasta hacen ceremonias? “No hemos podido descubrir la verdadera finalidad de los círculos. Sabemos para qué son, pero no los hemos visto actuar, aún. Por ahora sólo sabemos que protegen a nuestra ciudad desde que los hicimos: meremotos, hay temblores al sur, al norte, pero es como que hubiera una barrera en Antofagasta”, responde García. Los traspasadores fueron construidos por comunicados que recibió Cecorraex con ciertas instrucciones en cuanto a medidas y uso de determinados minerales. A ellos van a meditar, tocar instrumentos y llevan cuarzo. También conversan de temas que les apasionan esperando que un día funcionen. Por eso depositan sus energías en ellos. “Esta tierra tiene muchos enigmas, están pasando cosas frente a nuestras narices y no las estamos indagando. Todo lo que ha sucedido en Putre, están sucediendo cosas extrañas. En el norte en general se está hablando que hay zonas intraterrenas”, deja en suspenso la directora de Cecorraex, clan que actualmente cuenta con más de 15 adherentes, la mayoría supera los 55 años de existencia. CIENCIA Y OVNIS Si bien no es posible afirmar que hay una zona intraterrena o cierta predilección de estas manifestaciones en el norte, el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), informa que -en promedio- reportan 78 casos en el territorio nacional de 32 millones de kilómetros cuadrados. Y en los últimos siete años un 7,87% de los avistamientos pertenecen a Antofagasta, Arica, Iquique, Calama y La Serena. INVESTIGACIONES. Los fenómenos investigados por el CEFAA de la FACH están documentados desde 1998 en adelante. Este comité dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil lo conforman especialistas, académicos y científicos con formación y aproximación al fenómeno desde las ciencias. Y su labor está íntimamente vinculada a apoyar y contribuir a la seguridad de las operaciones aéreas y de los millones de pasajeros que usan este medio de transporte en Chile. Hugo Camus, director del CEFAA, explica que investigan en base a pruebas objetivas y que “en relación a las abducciones, este tema no es objeto de estudio del CEFAA. Investigamos casos de fenómenos aéreos anómalos y, específicamente, reportes aeronáuticos”. ESTUDIOS. La Fuerza Aérea tiene un apartado para investigar estos fenómenos… pero que no registran el caso del abducido de 1983. ¿Qué se ha investigado del caso del Regimiento Huamachuco y ciertas abducciones en 1983? “El caso al cual usted se refiere sucedió en el año 1983, por lo tanto no tenemos reportes ni información sobre él (funcionan como CEFAA desde 1998)”, responde Camus. Sobre el trabajo de las agrupaciones ufológicas, el director sostiene que “los ufólogos hacen su trabajo, respetamos su labor y nosotros tenemos excelentes relaciones con ellos”. En el caso de los astrónomos, formalmente, monitorean señales de posible origen artificial en la organización Search For Extraterrestual Inteligence (SETI), sin embargo, sus resultados no han sido positivos. Pero sí en la búsqueda y estudio de exoplanetas para albergar vida, cuyos componentes de sus atmósferas son analizados para determinar los indicadores de procesos fuera del equilibrio, técnicamente vida. Maximiliano Moyano, astrónomo y director del Observatorio Ventarrones de la Universidad Católica del Norte, afirma que es inviable «sembrar» vida en un planeta de la forma que describe el abducido Serrano en su experiencia. “El origen de la vida se entiende desde el punto de vista de la biología, existen una serie de factores ‘externos’ que generan las condiciones adecuadas para el nacimiento de ésta, como son, por ejemplo, estabilidad de la temperatura. Es inviable según mi punto de vista ‘sembrar’ la vida, ya que es un proceso de largo aliento y que depende de muchos factores que por cierto sabemos que ocurren en el universo”, explica el astrónomo. ¿Es viable que como humanidad tengamos que crear las condiciones de vida en otro planeta, Marte, por ejemplo? “Yo creo que es perfectamente viable, solo que requerirá tiempo. De hecho la NASA actualmente está sentando las bases para ello. Pero este tipo de ambiente debe ser controlado y no es directo generar un ambiente adecuado en otros lugares, principalmente por la masa y atmósfera del planeta en cuestión”, argumenta Moyano. En cuanto a experiencias con ovnis de parte de los astrónomos en su ejercicio con el uso de telescopios, comenta que no hay reportes de imágenes con objetos no conocidos, ya que monitorean el cielo en pequeñas escalas (menos de un cuarto de la Luna como referencia). “La ciencia está cerca de responder la pregunta de si estamos solos o no en el universo, sólo es cuestión de tiempo”, plantea el astrónomo. Los traspasadores de Cecorraex, la nueva tecnología de telescopios, un descubrimiento inesperado, la fecundación de extraterrestres con espematozoides humanos, relevaciones a determinados humanos vía abducción o rapto religioso. La respuesta a la interrogante de si la humanidad es la única forma de vida inteligente en el universo aún está en suspenso (yo cacho que han escrito esto muchos otros). ESPERANDO ALGO. María del Pilar García y Artemio Cruces están a cargo de Cecorraex en Antoagasta. A fines de 1500 el astrónomo, filósofo y religioso italiano, quemado en la hoguera por la Inquisición, Giordano Bruno, afirmó: «Dios es omnipotente y perfecto y el universo es infinito; si Dios lo conoce todo entonces es capaz de pensar en todo, incluido lo que yo pienso. Debido a que Dios es perfecto y conoce todo, debe crear lo que yo pienso. Yo puedo imaginar un infinito número de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del Edén en cada uno. En todos esos jardines la mitad de los Adanes y Evas no comerán del fruto del conocimiento y la otra mitad lo hará; de esta manera un infinito número de mundos caerá en desgracia y habrá un infinito número de crucifixiones. De aquí puede haber un único Jesús que irá de mundo en mundo o un infinito número de Jesuses. Si hay un solo Jesús la visita a un número infinito de mundos tomará una infinita cantidad de tiempo, de este modo debe haber un infinito número de Jesucristos creados por Dios». 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