Buscando pega a 10 mil kilómetros de casa

El sueño era el mismo de muchos extranjeros que arriban a la región: trabajar en minería. Pero el caso de Eric era distinto, ya que él no venía desde la zona central o sur de Chile o de algún país vecino, sino que viajó desde África central… pero su esfuerzo no ha sido correspondido y Eric ha tenido que sortear una serie de dificultades, primero en Santiago y luego en Antofagasta.

Por Javier Andrónico

Si hubiese un camino en línea recta desde Camerún (África) hasta nuestro país, el cual cruzara todo el océano Atlántico, sería de casi 10 mil kilómetros de distancia. Sin embargo, esa cifra aumenta mucho más, ya que no existen vuelos directos desde aquel lejano país hasta el nuestro.
El protagonista de esta historia es Eric Lafeu, un camerunés de 38 años que hace tres llegó hasta Chile con el objetivo de trabajar en lo que había estudiado en los años ‘90: geología, profesión que la desempeñó sin problemas en su país durante varios años, donde trabajó para diversas empresas del rubro minero de oro y diamante.
“No tuve problemas en mi país, pero como muchos profesionales, quería especializarme, tener más experiencia… Así que me puse a investigar y obtuve una beca para estudiar un magíster en Venezuela a principios de 2013. Lo pensé con mi familia, armé la maleta y crucé el Atlántico”, recuerda Eric.
El joven profesional cuenta que cuando aterrizó en Venezuela -luego de varias horas de vuelo- se maravilló bastante con los paisajes, ya que al ser un país tropical al igual que Camerún, era relativamente familiar. Pero al poco andar se percató que la situación política y social del país no era la mejor para vivir y estudiar “por lo que unas personas conocidas me recomendaron ir a Chile, ya que era un país estable y donde había mucha minería”, comenta el ciudadano camerunés residente en Antofagasta.
Tomó en serio aquella recomendación y de inmediato viajó a nuestro país, llegando a Santiago, ciudad donde residió por alrededor de seis meses, hasta agosto de 2013.
“Apenas llegué comencé a investigar la posibilidad de estudiar un magíster de geología pero todas las opciones eran muy caras, carreras de varios millones de pesos y se me hizo imposible”, recuerda Lafeu, quien aún tiene grabado en su mente el invierno que vivió en la capital.
“El clima de Camerún es tropical, todo el año hace calor. Allá la temperatura promedio son 28 grados y cuando hay 20 sentimos frío, así que el invierno de 2013 fue difícil, además estaba solo, mi esposa e hijos se quedaron en Camerún”, explica y añade: “así que apenas pude me vine a Antofagasta”.

Y AHORA, QUÉ. Eric extraña Bamenda, su ciudad natal en el lejano país africano de Camerún.

TRABAJO
Cuando Eric ya estaba en la capital regional de inmediato comenzó a buscar trabajos relacionados a su profesión… Pero dichas búsquedas y entrevistas no arrojaron muy buenos resultados, ya que sus estudios -realizados en la Universidad de Dschang, en Camerún- no estaban convalidados debido a que Chile no tiene convenios de este tipo con el país africano.
Lo bueno, cuenta Eric, oriundo de la ciudad de Bamenda, es que como en dicha región de su país se habla principalmente inglés, en pocos días encontró trabajo en un instituto de idiomas.
En dicho lugar se mantuvo dictando clases de inglés hasta abril pasado, cuando se dio cuenta que su empleador le debía varias imposiciones. “Aquello me estaba dificultando para obtener mi residencia definitiva”, cuenta el hombre, quien hace un tiempo comenzó el proceso de convalidar sus estudios universitarios.
“Ha sido una tarea bastante compleja, porque primero he tenido que hacer los trámites en Brasil, para que me validen mis estudios allí y luego, como Brasil tiene convenios con Chile, empezar el mismo proceso aquí”, explica.

JUNTO A LA FAMILIA. ¿Existe discriminación? Eric Lafeu dice que sí, pero que no debiese existir.

CESANTE
Debido al problema que Eric Lafeu tuvo con sus empleadores del instituto de inglés de Antofagasta, decidió desvincularse, no sin antes iniciar acciones legales para que le paguen las imposiciones.
Desde abril pasado Eric se encuentra sin trabajo estable, aunque afortunadamente ya no está solo en nuestro país, sino que arribaron desde Camerún su hermana y esposa. Eso sí, los tres hijos de ambos aún residen en el país africano, al cual Eric no ha regresado desde que pisó suelo americano.
El trabajo que desempeñó por más de dos años en el instituto de idiomas le sirvió para generar contactos y poco a poco ha empezado un pequeño emprendimiento de clases de inglés particulares.
“Me encanta lo que hago porque sé que el inglés es un idioma que a los chilenos se les dificulta aprender pero es súper fácil, mucho mas difícil es el español, el cual tiene demasiadas palabras y modismos, especialmente en este país, donde el ‘huevón’ lo usan para todo”, explica entre risas el ciudadano camerunés.
A pesar que impartir clases de su idioma le resulta sencillo, Eric reconoce que sólo será por un tiempo, hasta que haya finalizado los trámites de convalidación de su título universitario. “Ya me estoy moviendo para distintos trabajos en minería, que es lo que me gusta y deseo seguir adquiriendo más experiencia en esa área”, dice.
ANTOFAGASTA-CAMERÚN
Eric Lafeu lleva poco más de tres años en Antofagasta y reconoce que el clima y los habitantes le han gustado bastante, aunque no se explica porqué en lugares turísticos como el Parque Brasil o el Balneario Municipal hay tanta basura.
“En mi país cuidamos nuestros sitios concurridos, siempre están limpios, entonces no podía entender porqué cuando iba a la playa o caminaba por el Parque Brasil había basura o papeles en el suelo. Me gustaría que la gente sea más considerada y no ensucie su entorno”, expresa Eric.
Respecto a su futuro, Lafeu confiesa que está preparado para desempeñarse como geólogo en faenas mineras pero asegura que no será de por vida, ya que tiene en mente regresar a Camerún junto a su esposa y hermana, quienes lo acompañan en la capital regional.
“Lo que quiero de aquí a un futuro cercano es poder conseguir un empleo en lo que estudié en mi país y así poder tener una mejor calidad de vida y ayudar a mi familia en Camerún y luego regresar a mi país a ver a mis
hijos… Sin embargo, si no logro obtener un trabajo en Antofagasta, tendré que buscar la forma de ver en qué me desempeño o sencillamente regresar a mi país antes de tiempo”, comenta ligeramente emocionado Eric, quien agrega que extraña a su familia y a su ciudad, Bamenda, la cual está inserta entre montañas llenas de árboles, un paisaje diametralmente opuesto al que vio cuando llegó a la capital regional.