Los menos influyentes: Un relajado sobreviviente

Por Pablo Neira

Pintor

Marco Díaz Abarca (54), pintor de casas, es de Recoleta y lleva casi 20 años en el norte pasando por distintos lugares, la mayoría ligados a la misería. Ahora lava autos afuera de un supermercado.

Juega de delantero

Vive hace 10 años en un ruco de La Coviefi, en Antofagasta y le gusta el fútbol. “Juego de nueve y creo que lo más maligno es la droga, lleva a cosas tontas como robar y perder la honestidad”, cuenta.

Una larga vejez

 “La juventud es corta y la jevez es larga”, dice el hombre padre de dos hijos que consume alcohol, pasta base y cigarros diariamente. “Yo creo que mi cuerpo ya está adaptado a las drogas”, revela.

Tiene amigos

Cuando le preguntas si considera que su vida influye en algo en la sociedad, responde que “todos estamos en la tierra por algo y uno tiene que acercarse al padre para estar acá”.