En los albores de los 90s Calama refugió a la primera banda techno pop del norte. Rodeada de gente que quería bailar canciones tropikales escribieron un nombre en inglés, dejaron una lista de canciones contemplativas y lloraron el suicidio de su vocalista. Veinte años después florecen entre cenizas y sus miembros cuentan lo que significó usar sintetizadores y mostrarle al resto su sistema límbico, aunque pocos lo entendieran.

Por Ángel Guzmán, desde Calama

EN PAMPA UNIÓN. La antigua salitrera fue el único lugar donde se grabó un video de la banda.

EN PAMPA UNIÓN. La antigua salitrera fue el único lugar donde se grabó un video de la banda.

Fiesta Casete: cuatro ami­gos alrededor del alcohol y una caja de antiguos casetes en la población Independencia hace cuatro años, se reunieron alrededor de viejos casetes que encontra­ron en sus casas. Así Pokemón, Luchito, Dieguito y Byron co­nocieron a Overkraft. Primera impresión: “La weá turbia que cantan, ¿qué es esto?, cantan cosas profundas con teclados, ¿quiénes son?, no eres tú el que consume la droga es la droga la que te consume, cacha lo que dicen, ¡mira son de Calama! ¡¡¡Qué!!!”

La semilla de curiosidad estaba en sus mentes y a los minutos internet les contó que la mujer que amenizaba su en­cuentro con cantos se había quitado la vida hace unos años. Dato oscuro que los sedujo a saber qué había ocurrido con el fantasma de Overkraft.

El casete que lleva el mismo nombre de la banda dice que fue grabado en agosto de 1993, no que las tomas se hicieron en una habitación acondicionada de la Villa Exótica ni que en esa época venía llegando un joven médico a Calama, Gilmar Ramí­rez Leyton.

A Gilmar lo conocí por celu­lar, lo primero que dijo fue que “Overkraft es un grupo fantas­ma”. Al otro día, en su consulta del Hospital del Cobre, me re­galó el casete de la banda, el mismo de la fiesta y, con el sol del atardecer entrando por una ventana, comenzamos a retro­ceder en el tiempo.

EL CASET. En la edición papel de Bush in Action te damos el linkazo para bajarlo.

EL CASET. En la edición papel de Bush in Action te damos el linkazo para bajarlo.

Reviviendo al niño con pasión por la música y luego al adoles­cente de Gilmar, miramos pe­lículas de su mente en las que lo vemos tocando canciones de Los Prisioneros y Aparato Raro entre 1986 y 1988, mientras era estudiante de la Facul­tad de Medicina de la Uni­versidad de Chile.

Al finalizar los estu­dios llegó a Calama y fun­dó Overkraft, conformada por su futura esposa Paola Espinoza López (voz), Mario Heusser Alarcón (Guitarra eléctrica) y Carlos Ossandón Vilches (sintetizadores), con influencias artísticas de Tange­rine Dream y Kraftwerk.

-Overkraft significa sobre las máquinas y era un homenaje a Kraftwerk. Habrá durado del 92 al 94 y con Carlos fuimos los primeros en usar el sistema MIDI en Calama cuando nadie sabía usarlo. En la época los sintetizadores no tenían memo­rias internas como los de ahora. Todo era más análogo, con más dificultades- dice Gilmar, com­positor de la banda.

Al principio ensayaban en la casa de Carlos con Paola hasta que ella, de vuelta de un viaje en avión desde Santiago, co­noció a Gonzalo, estudiante de Informática de la Universidad de Antofagasta y compañero de Heusser. Ella le contó que te­nía una banda y que buscaban un guitarrista y otra voz para hacer techno pop en un Cala­ma entrelazado musicalmente con lo tropikal que solía animar bailes, diversión en discoteques y waths, nombre que le daban a salas de cervezas en pobla­ciones con pistas bailables en las que hacían shows vedettes, bandas y derivados de la indus­tria de la diversión.

Los músicos tenían más tra­bajo que ahora y eran más. Por lo menos veinte bandas rota­ban constantemente: Calipso, Metrópolis, Siglo Cuarto, Los Cumbianeros, Aspirina Fresca, Sacramento, etcéteras. Los demás eran conjuntos pega­dos al rock, que con fuerza interpretaban covers en liceos y otros espacios, ya que la música original que existía difícilmente salía de los círculos cercanos de los artistas.

muEN EL DESIERTO. Sólo hay un video de registro de la banda en los ‘90, que actualmente está en Youtube.

EN EL DESIERTO. Sólo hay un video de registro de la banda en los ‘90, que actualmente está en Youtube.

La mezcla chilena de techno que mostraban los Overkraft en sus shows de quince o veinte minutos costó tener aceptación pese a contar con secuenciado­res de sonido y sintetizadores que los otros no usaban. La música de ellos era cara, un teclado podía costar un millón y medio de pesos. A cambio no recibieron un peso ni grandes apologías, pero sí una “retroa­limentación interesante”, según Gilmar. Ésta consistía en con­versaciones post shows sobre el gusto por uno de los diez te­mas que habían tocado.

Se presentaron como telone­ros de Congreso, en teletones, en el estadio de San Pedro de Atacama, Club de Jazz, Club de Leones y fueron a una es­pecie de vip en la discoteque Milwaukee, cuando vinieron Los Prisioneros en la época de Corazones. El mismo Gilmar le entregó el casete a Jorge Gon­zález luego de ver el ensayo.

-Básicamente (la música de Overkraft) está orientada a valores y las cosas que están pasando ahora. Hay temas que se refieren a todo esto de la incorporación de la tecnología en la vida diaria de una per­sona, el tema “Video Game” es característico de eso. También hay otros relacionados con los mie­dos que uno tiene en su existencia. Yo venía lle­gando acá a Calama y no conocía a nadie, no sabía cómo iba a hacer la ac­tividad laboral entonces… son miedos existenciales, qué hago en esta ciudad sólo, eso podría ser. También estaba la posibili­dad de trascendencia en el as­pecto místico, en el tema “Flor” se ve eso- cuenta Gilmar.

Luego saca un casete con un hombre reptil pintado frente al volcán Licancabur en su porta­da y responde a una pregunta entrelazando su profesión con su parte artística.

-El ser hu­mano crea el arte y es una retroalimen­tación de su propio espíri­tu. Esa es mi percepción, en el tiempo de las cavernas el ser humano tenía la necesidad de pintar en las paredes lo que estaba pa­sando. Es una interacción con la realidad. Ahora, esa realidad que es dura, puede transfor­marse en algo más llevadero a través del arte.

GILMAR Y SUS TECLADOS. A más de dos décadas del fin de la banda, el hombre está sacando temas inéditos, aunque sin el resto de Overkraft.

GILMAR Y SUS TECLADOS. A más de dos décadas del fin de la banda, el hombre está sacando temas inéditos, aunque sin el resto de Overkraft.

VIDEOS Y CASETE

Para llegar al casete que cono­cieron Pokemón, Luchito Die­guito y Byron en su fiesta, los Overkraft se encerraron en la casa de Carlos y luego llevaron el material al estudio del sello Carrero de Iquique, marcando el antecedente de que hubo música pop-electrónica en Ca­lama, impresa en más de 400 casetes que circularon en la zona.

-Le pregunté a mi papá y me dijo que compró el casete afue­ra del teatro de Calama- revela Pokemón en una conversación telefónica sobre Overkraft.

En la oficina salitrera Pampa Unión, bajo la dirección de Wil­son Álvarez –por entonces ca­marógrafo de la corresponsalía de TVN-, grabaron el videoclip de la canción “Discriminación”. Pero después la banda dejó de escribir, de tocar y se disgrega­ron, porque sus vidas comenza­ron a demandarle más tiempo. A Gilmar como médico, Paola como psicóloga, Mario fue papá y Carlos por su trabajo en Codelco y emprendimientos relacionados con la producción de eventos.

Mario Heusser (44), director y productor ejecutivo de Cala­ma Televisión, que en esa época tenía 19 años y fue corista y guitarrista de Overkraft, ni re­cuerda exactamente de qué ha­bla la canción “Ruinas del Aire”, que escribió, cantó y arregló para el casete.

-Estaba basada en una especie de sueño, pero no sabría decir­te en qué nebulosa estaba metido ese sueño en aquel minuto. El case­te, desde mi punto de vista todo es mejorable, pero depende del contexto en el que está puesto. Este era un grupo de amigos sin mayores pretensiones. No era intención de ninguno hacer­nos famosos, de salir por giras nacionales o internacionales. No- afirma Heusser en el canal.

Con Carlos y Gilmar con­cuerdan que su música no era ninguna respues­ta al mercado musical, sólo mostraban algo original para su época y en Cala­ma. Son felices con esos recuer­dos.

-Overkraft para Calama en la dé­cada de los 90, fue una propuesta distinta a lo que se estaba escuchando en ese tiempo. Así que, como tan distinta, no tuvo mucha resonancia en el ambiente mu­sical calameño- expresa Carlos Ossandón (62) en el departa­mento de la Villa Exótica donde ensayaban.

EL FANTASMA

Pasaron los años, Overkraft dormía en la cabeza de Gilmar y, con Paola, formaron una fa­milia. De ahí su historia es más estándar, claro que no pudieron evitar los inconvenientes y pro­blemas que afectan a los nú­cleos sociales. Las consecuen­cias fueron oscuras, fatales y traumantes. Por eso ni Gilmar ni Carlos hablaron del tema.

Ese tema intocable es el suici­dio de Paola a los 42 años, con­sumida por la depresión que la afectaba hacía ya ocho años y tras cinco intentos fallidos. De acuerdo a El Mercurio de Ca­lama del 28 de diciembre de 2010, la vocalista era vigilada constantemente por su familia para evitar sus arranques sui­cidas.

Murió en una fiesta y Gil­mar intentó reanimarla, pero era tarde. Sólo había tiempo para darle un rostro al fantas­ma que cantaba música pop en Calama y prepararse para contener un sinfín de emocio­nes para esta familia. Es des­concertante mirar el video de “Discriminación” en Youtube y verla cantando sabiendo que se quitó la vida. Fue velada en el Templo Ma­són.

-Tristemente la última vez que nos juntamos todos fue para el funeral de la Paola. O sea la Paola no es­taba de pie al lado nuestro, pero sí estaba ahí con noso­tros- comenta Mario.

Antes de ese momento “violento a impactante”, la úl­tima vez que la vio fue en un pasillo del mall. Hablaron harto y se notaba bien, quedaron de seguir juntándose a hacer vida social.

-Este tipo de cuestiones (la de­presión) no se notan salvo que estí en el momento abajo con ella- dice Heusser.

LOS RECUERDOS DE PAOLA. La vocalista se dedicó a la psicología.

LOS RECUERDOS DE PAOLA. La vocalista se dedicó a la psicología.

FLOR

Dejamos de viajar en el tren del tiempo, ya escuchamos a la banda entre lolos de la épo­ca y volvemos a la consulta del médico que hace dos años retomó la música con Overkraft. Episodio que coincidió con su nuevo matrimonio.

A su esposa Fabiola le ha dedicado “Un día de Paz” y “Mientras Sueño” y están en su soundcloud. Considera que el problema es que socialmente el arte se ha banalizado en todos los aspectos y sólo se considera un acompa­ñamiento de algo y no una actividad cultural por sí misma.

Su evolución musical es evidente en las nuevas canciones, algunas hasta son trabajos que habían quedado inconclusos. Ha aprendido más de música por internet y tocando su sintetizador.

Gilmar cree que la gente en Chile no es probadora de música nueva, porque prefiere lo repetido o lo que les ha entrado, incluso, de forma subliminal. También considera que los músicos hoy tienen más privilegios por la relación de esta disciplina con la tecnolo­gía. Y les dice que atesoren su carrera.

Ahora busca un vocalista para Overkraft.

Sobre El Autor

Revista antofagastina dedicada a la venta de completos por 500 con delivery a dos lucas si es que es de Homero Ávila hacia el sur. Con la plata compramos pitos e imprimimos la revista en papel servilleta.

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2 Respuestas

  1. Nano

    Hola…acabo de terminar el articulo de esta desconocida banda de Calama, y la verdad… quedé con las ganas de saber de su música. Ahora bien, también veo una inserción donde te invita a bajar EL CASET. En la edición papel de Bush in Action te damos el linkazo para bajarlo……y no cacho…

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