Son los protagonistas del estallido social. Para una parte de la población son héroes que defienden al pueblo de la represión policial cuando éste sale a las calles a manifestarse. Para otros, replicadores de violencia que le hacen un pésimo favor al movimiento social. Opiniones allá o acá, la Primera Línea es la que está adelante poniendo el pecho a las balas, con sus escudos y cascos listos para defenderse de lo que llegue desde Carabineros.  

Por Ignacio Zurita, Johan Berna y José Francisco Montecino. Fotos Johan Berna, desde Iquique

«Gato”, 28 años
“Al principio nadie estaba pendiente de las cámaras, todo estaba en caos”

Alejandro, 17 años
“Primero que todo, lo más importante es que por más que uno lleve las mejores armaduras, si no tienes valentía, no durarás mucho”

Pablo, 19 años, voluntario de salud
“Hemos visto un sinfín de daños que se le han hecho a los jóvenes por el uso irracional de la fuerza de parte de Carabineros”

Anónimo, 26 años
“En los saqueos he probado todos los tipos de cervezas, el día que reventaron los vidrios del mall y saquearon el líder estaba ahí, y los cabros que salían del supermercado regalaban de todos los tipos de chela, también puedo decir que he probado todos los chocolates y dulces caros que venden en la caja”

Nina, 23 años
“No hay nadie que te diga: ‘ya, eres primera línea’. Solo pasa, te reconoces con personas que están en la misma que tú y la organización se va dando”

Anónimo, 19 años
“El 1312 me llevaron detenido entre más de 10 pacos (…) Ésta era la cuarta vez que me iba detenido, pero en las otras solo me golpeaban o me mojaban, en ésta me electrocutaron, me entubaron una luma por atrás y me golpearon hasta mas no poder”

Alejandro, 17 años
“Siempre se debe llevar una buena capucha, bien armada, o sea, que no se caiga al correr. Es preferible ocupar una polera, porque es más fácil de armarla y ocultas más tu rostro, también lentes de ‘constru’ por los perdigones. Otro punto es que la ropa tampoco sea algo muy llamativo, intentar que la polera no tenga colores fuertes”

“Gato”, 28 años
“Después que avanzaron las marchas cambió la cosa y algunos cabros ya me empezaban a decir que apagara la cámara y tenían miedo a que hubiera alguien filmando con su celular u otro aparato. Sin embargo, les expliqué, que en si solo estaba  grabando, para evidenciar los actos de violencia de parte de Carabineros y me entendieron”

Pablo, 19 años
“Carabineros nos han dispersado, nos lanzan bombas de ruido, nos han mojado con el guanaco. Podemos decir que por momentos fuimos el objetivo de dispersión de Carabineros”

Anónimo, 26 años
“Siento que nunca había vivido tanta unión en las manifestaciones, todos estábamos cheleando mientras sacaban las teles para quemarlas. A los que se las querían llevar, les pegaban tres charchazos y se las quitaban, también paso con algunos que quisieron llevarse bicicletas(…) ese día deben haber quemado más de 120 leds”

Nina, 23 años
“Yo tuve la oportunidad de crecer en un ambiente con privilegios, las cosas costaban y tardaban en llegar pero llegaban de todas maneras, aún así vivo en una población donde no se ve lo mismo, hay quienes se pasan la vida esperando que llegue la oportunidad para optar a más, hay quienes ni lo intentan, porque nos enseñan que el pobre es pobre por opción pero viene de una opción impuesta. Eso es lo que me lleva a estar ahí, a pesar de todo lo que conlleva”

“Gato”, 28 años
“Hubieron muchos momentos donde yo estaba en medio de las trincheras. Las lacrimógenas pasaban por encima de mí y yo ahí grabando(…) a veces escuchaba a cabros de atrás que me decían ‘Tío, hay pacos allá con armas’ y yo al momento de enfocarlos ellos bajaban el arma o simplemente se iban, porque también existe un miedo de parte de ellos con ser funados”

Pablo, 19 años
“En un momento iba avanzando el pelotón completo de carabineros hacia el mismo lugar donde nos encontrábamos y los manifestantes hicieron una especie de cadena humana mientras les gritaban a las fuerzas policiales que nosotros estábamos atendiendo en ese lugar y que tuviera precaución al pasar”

Nina, 23 años
“Es algo que pensé nunca iba a vivir, estar y verme en las calles con el nivel de respuesta del gobierno, es casi una “recompensa” a mi propia historia de vida, fui consciente de muy chica que la torta no se repartía en pedazos iguales, yo estoy segura que si este estallido social no hubiese pasado, me hubiese terminado por enfermar, la realidad con tanta injusticia me hacía perderle el sentido a la vida y eso no está bien, para nadie lo estaba, es por eso que es tan importante este momento, ver que de todas las maneras de donde se mire, estoy siendo protagonista, es algo que a ratos me entrega una compensación a toda la represión a la que me (nos) he visto expuesta”

Anónimo, 19 años
“No puedo negar que siento pánico al ver a los pacos”

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