Hablando de chicles con sabor a frutilla y de centro líquido conocimos un poco más de las personalidades y contradicciones de Daniel Araneda y Manuela Culaciati. Jóvenes de 23 años que están finalizando sus estudios universitarios junto al disco de invierno que completará la misión de las cuatro estaciones de los Mitimitis. 

Por Ángel Guzmán

Enfrentar los desafíos y las emociones de las cuatro estaciones del año pueden representar las etapas del juego por el que avanza el dúo musical de Santiago, Mitimitis, restándole sólo sonidos de témpanos, granizos, lluvia o lo que vayan a mostrar en el nuevo EP relacionado con el invierno, del cual llevan un avance general de tres canciones.

Daniel Araneda (23) y Manuela Culaciati (23) le dan cara a esta estación en la casa de un resfriado Daniel por los efectos de las bajas temperatura del Circo Ruso Sobre Hielo, lugar que visitaron a mediados de agosto.

ACÚSTICO. La banda se pone objetivos para su trabajo, como lanzar discos antes de una fecha específica. Pasó con Abrilar, por ejemplo. Foto: Rodrigo Cabrera. Instagram: rainz.ph

Ambos adelantan que con este EP decidieron no ser tan estrictos en los plazos y crearon sus propios tiempos de trabajo, a diferencia de la idea otoñal de Abrilar, estrenada el último día de abril y grabado el último finde con la base de esbozos de canciones. Así lo cuenta Daniel:

-Fue eso de encerrarse un fin de semana de viernes a lunes para lograr sacarlo el martes (30), que era el último día de abril, y como que alcanzara a salir en ese mes. Fue bacán porque todas las otras canciones (de los EPs anteriores) las teníamos resueltas antes de grabarlas-.

Y Manuela complementa: “Pero esto fue como en la marcha, igual fue súper extremo porque el EP salió así como a las 11:57, tres minutos antes de mayo. Y al principio pensábamos que no iba a alcanzar a salir en abril y como que todo hubiera sido en vano”.

Estos desafíos extraídos de noches sin poder dormir y auto propuestos, como sacar un disco antes de equis fecha o grabar contra reloj, representan el sentido lúdico con que el abordan el funcionamiento de la banda. O más bien este inicio de cuatro discos cortos de Mitimitis, en alusión al Miti Miti, marca de chicle de la que ninguno es fanático, ya que ella es capaz de “asaltar” cualquier negocio que venda “Dos en Uno” con sabor a fruta, mientras que él prefiere los FreshenUp de centro líquido con sabor a uva. “Uno morao”, dice.

FOREVER YOUNG

Hablar de chicles, verlos con stickers pegados en la cara y usando moños en la cabeza dan la impresión de estar frente a dos niños que cantan sobre “tirarle piedras a las casas de las personas que no queremos ser” con dulces voces contando entretenidas historias y jugando con ambigüedad de sus personajes y de cómo eso es tan real o no en sus vidas reales.

Los mismos chicles dentro de cualquier boca que los convierta en globos o pegamento de algo cuentan las mutaciones por las que ha pasado la banda desde que partió –según cuentan ambos- con la idea de hinchar un poco las pelotas de los músicos serios y densos que veían, “pero con el tiempo yo creo que nos volvimos una caricatura de nosotros mismos, como que usamos muchos elementos como infantiles”, plantea Manuela.

YAMAHA. Manuela Culaciati dice
que no siente interés en la  psicología, carrera que estudia desde los 18 años.

-¿Y ustedes sienten que viven como niños? ¿Cómo eso les afecta en general?

-Todo el rollo de la niñez -dice Daniel-, más que sea algo que nos represente en nuestra vida o como seamos nosotros realmente, es más una hueá de lenguaje que elegimos para expresar, de cierta forma, lo que queremos generar en verdad o transmitir no sé si mensaje o no sé cómo, sí igual puede ser mensaje…

-Sí, -retoma Manuela- aparte del mensaje es algo muy estilístico. El mensaje tiene que ver con algo más político, como posicionarnos en contra de las cosas que no nos gustan y enfocarnos en lo que sí a partir de usar un lenguaje más infantil, conservando cierta inocencia para no perder las cosas que teníai cuando erai niño, porque igual perder todas esas cosas te hacen ser como muy acorde a lo que el sistema espera de ti.

Es probable que en unos meses más post titulación, Daniel trabaje en el mundo del cine, carrera que está terminando y Manuela como sicóloga, algo por lo que no siente interés, ya que reconoce que tomó una mala decisión a los 18.

Eso no quita que puedan seguir viendo Rugrats, películas y haciendo canciones para entretenerse junto a las guitarras, instrumento que Manuela aprendió a tocar a los ocho años porque en su casa todos tocaban. “El primer acorde que aprendí fue el re, no mentira, mi”, cuenta. Esto, a diferencia de Daniel, quien aprendió mientras iba en primero medio con sus amigos.

Ninguno practica deportes y las canciones hablan de su quehacer, ya sea en el enorme abanico de panoramas que ofrece Santiago o en el departamento de Providencia que habita Manuela, o en la casa de Daniel de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, donde tiene un antejardín, patio interior y otro patio trasero.

Se desconoce y en verdad no se preguntó si de ese antejardín salió la inspiración para la canción “Caracoquesos”. Manuela cuenta que Daniel llegó con la idea del coro y el principio y que ella le agregó otras partes que se le ocurrieron en la ducha. “El resto lo hicimos en el campo. Yo encuentro que esa es la letra no sé si más inconexa o la más rara de Monos en la Costa. Como que la letra es extraña. No dice algo tan claro como las otras”, resume la cantante.

GRABANDO ABRILAR. El nombre del disco recuerda a un jarabe para la tos, muy usado en invierno.

-Hablando un poco de la sociedad chilena, ¿qué creen que fue más influyente, Rojo o Mekano?

-Mekano obviamente, todo lo que viene del reggaeton y toda esa cuestión reggaetonera viene de Mekano. En cambio Rojo era una hueá mucho más de gente de elite y no podías reproducir esa lógica en la vida real, porque la gente no anda cantando- dice Daniel.

-Aparte yo creo que Mekano marcó una generación, nuestra generación y Rojo era más transversal a todo y tenía grandes ambiciones- aporta Manuela.

-En cambio Mekano era un programa mucho más humilde, era solo lo que estaba pasando ahí y como que por sus propios méritos, que son súper sencillos, como que logra trascender. Eso es bacán igual- retoma Daniel.

-¿Piensan que la canción “Me Creo Punky” de Kel Calderón es digna de un cover de ustedes?

-A mí me gusta mucho y encuentro que la hueá generó mucho enojo de parte de la gente, como que realmente es punky la hueá porque hizo enojar a un montón de gente y eso es el punk poh- revela Daniel.

-Qué buen análisis. No, a mí me gusta porque es como chistosa y la Kel salía en Karkú y me la sé entera- revela también Manuela.

-¿En el internet están pegados, están pendientes de que les escriban?

-Yo no estoy tan pegada en verdad, si nos hablan respondemos al tiro y cuando nosotros subimos algo estamos más pendientes que en el día a día. Si es que subimos el EP estamos mirando si a la gente les gusta, porque igual nos importa- concluye Manuela.

 

 

Escucha Abrilar (2019)

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